En este blog intentamos establecer una conexión entre los conceptos: educación, ciencia, ciudadanía, desarrollo comunitario, enriquecimiento cultural, crecimiento personal y cambio social

miércoles, 8 de diciembre de 2010

El 9 de diciembre de 1931 es proclamada la Constitución de la II República española. La Educación en la II República





Hace 79 era aprobada por las Cortes Constituyentes la Constitución de la II República Española.

Esto es lo que decía la Constitución de 1931 sobre Educación:
[En las fotografías los dos primeros Ministros de Instrucción Pública y Bellas Artes de la II República: Marcelino Domingo y Fernando de los Ríos]

Artículo 48
El servicio de la cultura es atribución esencial del Estado, y lo prestará mediante instituciones educativas enlazadas por el sistema de la escuela unificada.
La enseñanza primaria será gratuita y obligatoria.
Los maestros, profesores y catedráticos de la enseñanza oficial son funcionarios públicos. La libertad de cátedra queda reconocida y garantizada.
La República legislará en el sentido de facilitar a los españoles económicamente necesitados el acceso a todos los grados de enseñanza, a fin de que no se halle condicionado más que por la aptitud y la vocación.
La enseñanza será laica, hará del trabajo el eje de su actividad metodológica y se inspirará en ideales de solidaridad humana.
Se reconoce a las Iglesias el derecho, sujeto a inspección del Estado, de enseñar sus respectivas doctrinas en sus propios establecimientos.
Artículo 49
La expedición de títulos académicos y profesionales corresponde exclusivamente al Estado, que establecerá las pruebas y requisitos necesarios para obtenerlos aun en los casos en que los certificados de estudios procedan de centros de enseñanza de las regiones autónomas. Una ley de Instrucción pública determinará la edad escolar para cada grado, la duración de los periodos de escolaridad, el contenido de los planes pedagógicos y las condiciones en que se podrá autorizar la enseñanza en los establecimientos privados.
Artículo 50
Las regiones autónomas podrán organizar la enseñanza en sus lenguas respectivas, de acuerdo con las facultades que se concedan en sus Estatutos. Es obligatorio el estudio de la lengua castellana, y ésta se usará también como instrumento de enseñanza en todos los centros de instrucción primaria y secundaria de las regiones autónomas. El Estado podrá mantener o crear en ellas instituciones docentes de todos los grados en el idioma oficial de la República.
El Estado ejercerá la suprema inspección en todo el territorio nacional para asegurar el cumplimiento de las disposiciones contenidas en este Artículo y en los dos anteriores.
El Estado atenderá a la expansión cultural de España estableciendo delegaciones y centros de estudio y enseñanza en el extranjero y preferentemente en los países hispanoamericanos








A continuación reproducimos una conferencia de Marta Mata (escrita pocos días antes de su fallecimiento el 27/06/2006)

[Fuente: A Marta Mata, maestra]



El sueño educativo de la II República

En mi opinión, tenemos que confesar que la República fue un fracaso. La República nació cuando yo tenía cinco años, así que lo recuerdo por mis padres, como una protesta a una dictadura militar y terminó con una dictadura militar mucho peor. Recordamos la República como un triunfo en materia de educación, porque para nosotros lo fue. Yo, más que maestra de maestros, soy niña del tiempo de la República y lo que aprendí, lo que viví en la escuela de ese tiempo es algo que nadie puede quitarme, y esta sensación me la formulé a los doce años cuando entraron las tropas y convirtieron el instituto escuela al que yo iba en un instituto para señoritas que, para colmo, se llamaba Jacinto Berdaguer y, una tarde, ya con el instituto vacío, recordando lo que había sido solamente unos meses antes aquel instituto, pensaba para mi: "conmigo no podrán".
Os hago un pequeño repaso de lo que yo recuerdo de la escuela del tiempo de la República, esta escuela que como se ha dicho participó, y voy a remarcarlo un poco, del doble movimiento de renovación pedagógica que era la Institución Libre de Enseñanza y el movimiento catalán. Recuerdo, tendría seis años, haber visto el cuadro más bonito del mundo, que por sino lo sabéis es la primavera de Botichelli, colgado en la pared de nuestra clase. Nuestra maestra se llamaba Teresa Vilarufat, hermana de un pintor, y nos hacía mirar las manos de los personajes, os lo recomiendo, mirar las manos de aquellos personajes de la primavera de Botichelli, dando, pidiendo, ayudando, ... sólo tenía 6 años. A los 7 entré por vez primera de la mano de mi madre a la biblioteca que acababan de inaugurar en la escuela y aún no he salido, entré a los 7 años y aquello forma parte de mi vida. Mis 8 años coincidieron con la celebración de un aniversario de la muerte de Bach, no recuerdo si el 300 ó 350, y cantamos la coral 140, que os recomiendo, a cuatro voces en el Palacio de la Música. Son fantásticos estos recuerdos.

De los 6 años también tengo en la memoria haber subido al Mont Taber -así se llamaba el montículo sobre el que se construyó Barcelona, sois madrileños y estáis excusados de saberlo- y tras la excursión hice una redacción en catalán en que empezaba diciendo: "ayer, mis compañeros y yo fuimos al Mont Taber", que la señorita leyó entera señalando que "mis compañeras y yo" era una buena manera de empezar una redacción. ¡6 años! ¿comprendéis?. De mis 8 años, recuerdo plantar árboles -un albaricoquero, un níspero- en la parcela que cultivábamos, y de los nueve años, justo el año antes de la guerra, que tuve a mi madre como maestra, recuerdo la sonrisa arcaica de Grecia, de Creta. ¿La sonrisa arcaica se puede recordar? ¿Y la piedra de roseta? Lo importante que fue la piedra de roseta, estoy hablando de los 10 años.

Guardo como un tesoro, que sólo enseñaré, el cuaderno de rotación del curso 1935-1936 escrito página a página por cada una de las alumnas. Mis compañeras y yo en aquel quinto curso teníamos dos cuadernos de rotación en los que escribíamos lo que hacíamos cada día y lo que hacíamos en los días extraordinarios, es decir, las excursiones, las fiestas, el cine, los cantos, etc., son dos volúmenes que algún día, cuando me jubile, quiero vaciar. Algo hice ya cuando celebramos el centenario del nacimiento de mi madre, recogiendo de todas las redacciones de mis compañeras aquellas frases que significaban vida: "la señorita sufría porque tenia miedo de que si nos poníamos por allí nos perdiéramos" o "señorita, no sufra que nosotros vamos a hacer tal cosa" .... o sea, toda la escuela era vida y en esta vida se iban enganchando conocimientos indelebles. No han tenido que enseñarme la República. El último maestro que tuve, Nice Pidal, nos llegó a explicar a fondo la Revolución Francesa y nos recomendó, a nuestros 10 años, que leyéramos novelas, libros sobre la Revolución Francesa por que así entenderíamos mejor lo que decía la historia. Leer novelas, leer por ejemplo las Dos Ciudades de Dickens, pues esto, todo esto, era la escuela de la República y, ni que decir tiene, el instituto escuela que conocí ya en tiempo de guerra. Efectivamente, en tiempo de guerra la escuela ganó en tensión, ganó..., "no era broma lo que estábamos haciendo" era muy serio, yo por ejemplo, en aquel tiempo tuve que cuidarme de una niña refugiada que venía de Madrid y no sabía catalán, era la hija del profesor Puig Adam, Emilita, tenia que cuidarme de ella y de sus compañeros para que entendieran todo lo que era aquello.

De vez en cuando recibíamos la noticia de que un compañero mayor nuestro o un profesor habían muerto en el frente. El director de nuestro instituto escuela, que había sido director del instituto escuela de Madrid en los años 20 y que fue el fundador del Instituto Escuela de la República en Cataluña, no pudo resistirlo y murió. No pudo resistir el ver morir a sus maestros y a sus alumnos y también se murió en unas semanas. La vida fue realzada en aquel momento con la tensión de la muerte.

Bueno, con esto os he querido dar un testimonio vivo de lo que fue ese tiempo. Esto hace, por ejemplo, que mis compañeros del grupo escolar, de los grupos escolares de Barcelona, se reúnan cada mes en Rosas no para llorar sino para recordar y de vez en cuando organizar una fiestecita en la que cantan rememorando las canciones que más nos gustan. Mis compañeros del instituto escuela tienen local propio y un boletín mensual, y mensualmente hacen una excursión y también cantan. He de decir que la gente con 80 años desafinamos un poco cuando cantamos, pero la ilusión continúa estando y el hacer excursiones juntos y ver cosas nuevas juntos a esta edad significa todo para mí.

De todo esto yo he sacado mi filosofía y voy a deciros cuál es. En educación, la República triunfó en nosotros -que es en quien debía hacerlo- gracias a algunas conjunciones astrales. ¡Sí!. Por ejemplo, hubo una conjunción de trabajo previo, "más de cincuenta años de la Institución Libre de Enseñanza visitando el extranjero, traduciendo la mejor literatura que había en aquel momento, escribiendo en lengua propia lo mejor. Todos conocían las discusiones que se establecían entre ellos, como cuando Pijuán explica como era "su" Giner de los Ríos en los debates con Cosío y se ve que pueden hablar ocho horas seguidas el primer día que se encuentran. ¿Qué era aquello? ¿Qué era aquello?

La Institución Libre de Enseñanza fue además una infiltrada política. No hizo ninguna manifestación, sencillamente se infiltró donde pudo: en la junta de ampliación de estudios mandaba Castillejos aunque el ministro creía que era él, así el trabajo lo hacía Castillejos y el ministro firmaba; en el museo pedagógico está Cosío que se infiltra en las escuelas normales. Además, encontramos otra pequeña pero muy importante conjunción astral en otro sitio que fue la relación con las casas del pueblo, es decir con la voluntad de cultura popular

¿Y qué ocurría en Cataluña? En Cataluña existían los ateneos obreros que no eran el resultado de los fracasos revolucionarios, como decía Alejandro Galin: "Cada vez que perdemos una revolución" -que las perdíamos todas una detrás de otra cada año- "se creaba un ateneo", porque la lógica era que se perdían porque no teníamos cultura. Así se crearon, entre otros, el ateneo igualadit de la clase obrera y el politecnic. Los ateneos no eran otra cosa que escuelas nocturnas en las que se estudiaba de todo: delineación, inglés, etc., para tener cultura. Este deseo del pueblo que quiere cultura liga en los últimos años del siglo XIX con el de recuperar la lengua, de recuperar el carácter catalán, la identidad, y, como algún loco tiene que aparecer de vez en cuando, en Cataluña hubo un loco que se llamaba Juan Bardina, que era seminarista y que ideó la escuela de maestros más creativa que se puede conocer. La hacían sus alumnos físicamente y el pidió a todas las autoridades, incluso al cardenal Casañas que luego le dejó plantado, dinero para levantar la nueva escuela. Él pidió pero hizo trabajar a los alumnos, estos alumnos ya no se reúnen porque han muerto todos, pero yo he conocido a alguno como a Artur Martorell y su mujer. Eran gente que se crearon haciendo escuela, haciendo ellos mismos los muebles, todo, todo para tener una escuela de maestros donde poder formarse. Ese fue un caso de locura no repetida.

Otra conjunción se encontró en la administración local. Este movimiento liga con el Ayuntamiento de Barcelona y éste con la mancomunidad de Cataluña, y tienen una idea fabulosa que se llama "Escola di Istiu" (Escuela de verano) en la que sencillamente ponen a los maestros juntos.

Entre el movimiento de Madrid y el movimiento de Cataluña hay una conjunción personal y profesional como nunca ha habido no solo en educación, sino como nunca ha habido en otros campos entre Madrid y Cataluña. La mejor relación que ha habido entre Madrid y Cataluña se dio en la relación educativa: Juan Maragall escribiéndose con Fidel y con Cosío, era la relación de Alexandre Galí que le explicaba a Juan Ramón Jiménez en el jardín de la residencia de estudiantes qué trampa había tenido que hacer para poder casarse con su novia, porque los padres de ésta no querían. Juan Ramón Jiménez oye lo que le dice Galí y a la semana siguiente marcha para Nueva York, donde estaba su novia Zenovia de Camprubí, para hacer la misma trampa, y era Alejandro Galí diciéndome que Cosío no era un hombre de una camisa sola sino de una corbata sola que cuando salía de viaje se lavaba la corbata por la noche para ponérsela al día siguiente, y era también Estalella que fue director del Instituto Escuela de Madrid y director del Instituto Escuela de Barcelona.

Es decir, la relación en el ámbito de la educación no tuvo fronteras y en mi vida tampoco las ha habido. Nosotros hemos vivido los movimientos de renovación pedagógica antes de la guerra y antes de la democracia y no ha tenido fronteras, esta conjunción -otra conjunción- de los renovadores ha sido algo muy bonito.

Es la conjunción previa de un gran trabajo que en el momento en que se instaura la República no tiene que inventar, lo tiene claro, aunque a pesar de ello inventa y hace cosas muy arriesgadas. Por ejemplo, el primer año ya dice que de ahora en adelante, los maestros van a estudiar tres años más para ser maestros y los maestros contentos, ¿os imagináis esto ahora? ¡Pues estuvieron contentos! También dijeron: "De ahora en adelante las oposiciones no serán oposiciones, durarán un año de trabajo", y los maestros contentos y fueron a hacer prácticas. Yo recuerdo esto de hacer prácticas durante un año antes, yo recuerdo en mi escuela ver el maestro joven, ver el estudiante de magisterio ilusionado haciendo las excursiones con nosotros, era fantástico para nosotros - mi madre era mayor, tenía más de treinta años, era muy mayor-, porque allí teníamos un maestro, una maestra de 20 años, era fantástico, allí estaba la continuidad que queríamos.

La República fue arriesgada en el caso de la educación y además gastó. Proporcionalmente el plan de construcciones de escuelas de la República es el mejor de la historia, eso es así y además subieron los sueldos de los maestros. Yo, hija de maestra que estaba viuda y con cuatro hijos a su cargo, recuerdo cómo le subieron el sueldo en los Gobiernos de la República, y la alegría de todos nosotros. En aquel momento un matrimonio de maestros podía tener coche, en aquel momento que nadie lo tenía, un matrimonio de maestros podía permitirse el lujo de tener coche, "lo digo para vuestras comparaciones".

Más cosas: la imaginación. Además del trabajo de años y años y conjuntarse, además de los riesgos de hacer lo que se hacía en otros sitios, aquí inventamos. Y lo de las misiones pedagógicas es otra conjunción astral. Que en un pueblo cualquiera de la provincia de Murcia -esto me lo explicó una estudiante en aquel momento en la escuela normal- un fin de semana aparecieran los estudiantes de la escuela normal y sus profesores, saludaran al alcalde y se representase una obra de Lorca o de Casona o se recitase a Alberti y se pusiera por primera vez una película -porque entonces el cine aún estaba en las grandes ciudades pero no en los pueblos-, o que llevaran un fonógrafo y oyeran cantar las canciones o romances populares que habían recogido, los romances que los lugareños cantaban estaban en el fonógrafo, ¡Qué cosa! Y que de esa misión pedagógica quedase en aquel pueblo, además de estas impresiones, una biblioteca abierta, una biblioteca con los libros escogidos. Esto es una conjunción astral de imaginación y es por eso que la República vive aún en los niños que fuimos en aquel tiempo, porque ha podido ser llamada una República de maestros.

Marsillac, que era nuestro presidente en aquel tiempo, fue a la primera escuela de verano en el año 31 y nos dijo que los maestros eran los primeros ciudadanos de la República y los maestros se lo creyeron, se lo creían. Un estudiante algo mayor que nosotros -ahora es profesor emérito de la universidad de Barcelona "Miguel Sigüán"- que la semana pasada escribía un artículo en Vanguardia "Nostalgia de la República" y decía: " ....que el estudiante de la Universidad tenía la convicción de que estaba construyendo un futuro colectivo y que los protagonistas de este futuro colectivo eran ellos...", esto es la simiente, creo yo.

Cuando oigo noticias malas sobre educación y digo el 19% y 1 . Y c...

Cuando nos reunimos el Consejo Escolar del Estado en unas jornadas de tres días, discutimos modelos de buen hacer desde la educación infantil hasta la formación profesional y hay modelos de buen hacer que se están realizando ahora. Pero creo que nos falta imaginación, que ha triunfado el masoquismo, ahora no podemos disponer de la maquina de hacer cine o del fonógrafo porque ya todo el mundo lo tiene y porque además lo tiene totalmente mediatizado. Hoy nos faltaría la imaginación para convertir esto que tiene todo el mundo: la televisión, que todo el mundo cree que sabe, que entiende, y explicar como hay que leer la televisión. Habría que escribirla, tendríamos que enseñar a escribir la buena televisión, la buena noticia, la buena operación triunfo. En el tiempo de Franco, el primer programa educativo que hubo en televisión fue "Cesta y Puntos", que premiaba a quien tenía más memoria y era muy simpático. Recuerdo cuando el que llevaba el programa vino a vernos a la Universidad Autónoma de Barcelona, a pedir consejo sobre cómo hacerlo más pedagógico. Nosotros le explicamos porque nos parecía poco pedagógico pero ese hombre llegó a la conclusión de que si lo hacíamos mas pedagógico tendría menos audiencia.

Nos falta imaginación, yo lo predico cuando veo a gente joven, nos falta imaginación para darle la vuelta como a un pulpo, darle la vuelta a las grandes posibilidades culturales que tenemos - porque las tenemos-, pero, ¿cómo darle la vuelta? Pues yo estoy pensando en otra conjunción astral: "la unión de los de abajo con los de arriba".

Marta Mata

Para continuar más: "Mi currículum en la II República"



La vieja memoria - Jaime Camino (1979)


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Videos inéditos de la II República

Uno de los cortes de este vídeo es muy interesante. Fernado de los Ríos, Ministro de Justicia del Gobierno Provisional de la República, da posesión de la Dirección General de Prisiones a Victoria Kent. Ella agradece el nombramiento en nombre de las mujeres.



En EDUCACIÓN EN ORCASUR:

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